En una extensa rueda de prensa con medios nacionales e internacionales, el presidente Nicolás Maduro abordó los grandes temas de la coyuntura venezolana y regional. Sus declaraciones no solo respondieron a las recientes amenazas externas, sino que también reafirmaron el rumbo histórico, político y social de la Revolución Bolivariana.
Defensa de la soberanía frente a las amenazas externas
Maduro denunció el despliegue de ocho buques militares estadounidenses y un submarino nuclear en aguas del Caribe, equipados con más de 1.200 misiles dirigidos hacia Venezuela. Calificó esta acción como la mayor amenaza militar en el continente en los últimos cien años, señalando que constituye una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas y del Tratado de Tlatelolco, que consagra a América Latina y el Caribe como zona libre de armas nucleares. Frente a esta política de “máxima presión”, el mandatario dejó claro que la respuesta venezolana será la máxima preparación, siempre dentro del marco constitucional y en defensa de la paz.
Una trayectoria histórica de resistencia
El jefe de Estado vinculó los desafíos actuales con la tradición de resistencia que caracteriza a Venezuela desde sus orígenes: de los caciques originarios a Simón Bolívar, de Ezequiel Zamora a Hugo Chávez. Maduro se presentó como un “presidente obrero”, heredero del legado chavista, enraizado en la historia popular y no en los intereses oligárquicos ni imperiales. La defensa de la soberanía, recalcó, no es un hecho aislado, sino la continuidad de una lucha histórica por la independencia y la dignidad nacional.

Democracia viva y participación popular
En materia política, Maduro destacó la fortaleza democrática del país, subrayando que en un solo año se realizaron siete procesos electorales de distinta naturaleza: presidenciales, legislativos, regionales y comunitarios. A ello se suma la existencia de más de 5.000 circuitos comunales activos y la participación de millones de ciudadanos en la elaboración del Plan de la Patria 2025–2031. Según el presidente, estos elementos evidencian una democracia participativa y robusta, muy distinta a la narrativa internacional que pretende reducir a Venezuela a un supuesto “régimen”.
Resiliencia económica frente a las sanciones
En el plano económico, el presidente afirmó que Venezuela ha sabido resistir y superar el bloqueo impuesto por más de mil medidas coercitivas. A pesar de las restricciones, el país avanza en un modelo de crecimiento con diversificación productiva y nuevas fuentes de riqueza. Maduro recordó que instancias hostiles como el llamado Grupo de Lima han quedado en el pasado, mientras Venezuela fortalece su inserción en el nuevo orden multipolar y pluricéntrico que emerge en el mundo.
Unidad cívico-militar como garantía de paz
Otro de los puntos centrales de la rueda de prensa fue la unidad cívico-militar-policial como factor decisivo en la estabilidad nacional. Maduro anunció que más de ocho millones de milicianos y reservistas se han incorporado a la defensa del país, organizados en unidades comunales de combate. Ratificó que, de ser necesario, Venezuela se transformaría en una “república en armas” para garantizar su soberanía y libertad, reafirmando que la unión del pueblo con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana constituye el principal escudo frente a las amenazas externas.
Solidaridad internacional y apoyo regional
Finalmente, el presidente resaltó la solidaridad expresada por los pueblos del Caribe, la CELAC y múltiples movimientos sociales en defensa de Venezuela como territorio de paz. Denunció la “mayamización” de la política exterior de Estados Unidos, impulsada por sectores extremistas, y llamó a los pueblos latinoamericanos, así como a los 30 millones de latinoamericanos que viven en Estados Unidos, a alzar la voz en defensa de la paz regional.
Conclusión
El discurso de Maduro trascendió el terreno defensivo: fue propositivo y pedagógico.
- Reafirmó el compromiso de Venezuela con la defensa de su soberanía frente a amenazas militares.
- Conectó el presente con la trayectoria histórica de resistencia que ha definido a la nación.
- Mostró avances en democracia y participación popular, incluso bajo bloqueo.
- Y situó a Venezuela como un país de paz, respaldado por la solidaridad internacional.
En suma, la rueda de prensa proyectó a Venezuela no como un país sitiado, sino como una nación firme, soberana y con un proyecto claro hacia el futuro.