El “Plan Cakewalk”: la ilusión de una intervención rápida en Venezuela

El término “Plan Cakewalk” ha resurgido en el debate geopolítico contemporáneo para describir la idea —difundida en ciertos círculos políticos y militares estadounidenses— de que una eventual intervención en Venezuela sería rápida, sencilla y de bajo costo. Inspirado en la narrativa previa a la invasión de Irak en 2003, este concepto refleja una subestimación de las condiciones políticas, sociales y militares del país, así como de la resistencia que podría enfrentar cualquier intento de agresión directa.



Origen del término

En la jerga militar estadounidense, “cakewalk” se utilizó para referirse a operaciones que se preveían simples, con un desenlace favorable y sin mayores complicaciones. Sin embargo, la historia reciente —particularmente la invasión de Irak— demostró que tales expectativas resultaron profundamente erradas, derivando en conflictos prolongados y devastadores.

En la actualidad, diversos medios y analistas han retomado el término para aludir a un supuesto “Plan Cakewalk” hacia Venezuela, impulsado por sectores del establishment estadounidense que consideran posible una acción militar o de desestabilización bajo la premisa de un colapso rápido del gobierno bolivariano.


Contexto actual: tensiones y despliegue militar

Durante agosto y septiembre de 2025, el aumento del despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe reavivó las alertas sobre posibles provocaciones o escenarios de intervención.
El gobierno venezolano denunció planes de sabotaje y operaciones de falsa bandera contra su embajada en Caracas, mientras reforzaba los ejercicios militares de defensa integral.
Fuentes diplomáticas y analistas como Leopoldo Puchi advierten que esta escalada responde a una lógica de presión psicológica y mediática, más que a una estrategia militar viable.


Análisis: los límites de una visión simplista

Calificar una intervención en Venezuela como “cakewalk” ignora realidades esenciales:

  1. Estructura militar y defensa territorial: Venezuela posee un sistema de defensa integral con más de 3 millones de milicianos y una doctrina de guerra popular prolongada, diseñada para resistir cualquier invasión externa.
  2. Apoyo popular y cohesión institucional: Pese a las dificultades económicas, amplios sectores mantienen respaldo al gobierno bolivariano en defensa de la soberanía nacional.
  3. Entorno geopolítico multipolar: Rusia, China e Irán han reforzado su cooperación con Caracas, lo que eleva los costos de cualquier intervención directa de Washington.

De esta forma, la tesis del “plan rápido y limpio” se revela como un error estratégico similar al cometido en Irak, Libia o Afganistán: subestimar la complejidad interna y la capacidad de resistencia de los pueblos.


Conclusión

El llamado “Plan Cakewalk” no describe una operación realista, sino una proyección ideológica del intervencionismo estadounidense.
Más que un plan militar, es un intento de instalar la percepción de vulnerabilidad en Venezuela, presionando al país a través de maniobras mediáticas, psicológicas y diplomáticas.
En un mundo multipolar en transición, tales estrategias parecen más parte del pasado que del futuro.

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