• Actualizado: 17 de octubre de 2025
Rusia y Estados Unidos han reforzado sus contactos diplomáticos y militares tras una extensa llamada telefónica entre Vladimir Putin y Donald Trump que se prolongó por cerca de dos horas y media y fue descrita por asesores rusos como “extremadamente sincera y de confianza”. Este renovado canal de diálogo sienta las bases de una cumbre Rusia–Estados Unidos orientada a explorar salidas políticas al conflicto en Ucrania y a recalibrar el equilibrio del orden multipolar.
Diálogo estratégico y temas abordados
Según fuentes citadas por medios internacionales, la conversación incluyó un análisis detallado del conflicto en Ucrania y de los pasos para una resolución política y diplomática. Los mandatarios también trataron asuntos de estabilidad global, control de armas estratégicas y la situación en Medio Oriente, donde Trump recibió felicitaciones por gestiones de pacificación en Gaza. Ambos equipos coincidieron en la necesidad de reactivar mecanismos de cooperación en temas críticos de seguridad y abrir nuevos canales de diálogo bilateral.
Reunión de emergencia en Moscú
Tras la llamada, Putin convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad ruso para informar del contenido de la conversación y evaluar próximos pasos. El temario incluyó los riesgos de escalada militar en Europa, la protección de la disuasión nuclear y las posiciones defensivas ante maniobras estadounidenses en regiones cercanas a Rusia. Moscú advirtió que un eventual envío de misiles Tomahawk a Kiev sería considerado un “paso hostil”, mientras reforzó vigilancia y defensa aérea en zonas fronterizas.
Perspectivas y próximos pasos
El Kremlin manifestó su disposición a prolongar el tratado Nuevo START bajo condiciones de “equivalencia estratégica” y reciprocidad. En paralelo, se reporta expectativa por encuentros bilaterales: Trump anunció una reunión en Budapest con Putin y prevé recibir a Volodímir Zelenski en la Casa Blanca, con el objetivo de explorar medidas para reducir las hostilidades y encarrilar un proceso de negociación.
En síntesis: la llamada de alto nivel y la preparación de una cumbre bilateral abren un nuevo capítulo de diplomacia estratégica entre Washington y Moscú, con impacto inmediato sobre la seguridad global y las perspectivas de paz en Europa.
