El clima de diálogo nacional posibilita que las empresas extranjeras vean con interés la inversión en Venezuela y la reanimación de la economía nacional. Así opina el Presidente de Fedeindustria Carabobo Rodolfo Cibanik, para quien la Ley Antibloqueo y la Ley de Zonas Económicas Especiales son herramientas que pueden promover el crecimiento del mercado en el país.
Para el dirigente empresarial, aunque persisten obstáculos como el acceso a las materias primas, el crecimiento de nuevos emprendimientos ha tenido un impacto positivo en la pequeña y mediana industria, que se ha ido reactivando en el marco de los acuerdos de las mesas de diálogo.
Crecer en tormenta
El presidente Nicolás Maduro destacó recientemente que, en medio de la pandemia, en el país se han registrado 13.478 nuevas pequeñas y medianas empresas. Por su parte, los voceros de la pequeña y mediana industria, agrupados en Fedeindustria, también han identificado un leve crecimiento en el sector.
Para Cibanik, el diálogo constructivo y las medidas acordadas en las mesas de diálogo han venido garantizando un clima de confianza para la inversión nacional que se traduce en el crecimiento de nuevas empresas. Considera que el incremento de nuevos emprendimientos ha impactado de manera positiva el mediano y pequeño sector industrial. Pone como ejemplo las empresas de delivery y las miles de nuevas pequeñas empresas que llaman los llenaditos, aquellas en las que el consumidor puede llevar su envase y llenarlo de productos como por ejemplo para la limpieza del hogar. Empresas como éstas han reactivado la pequeña y mediana industria, entre ellas las de productos químicos, que se están apoyando en estas nuevas redes de distribución.
Estudios de la CEPAL establecen que las pequeñas y medianas empresas representan el 99, 5% del tejido empresarial de la región. Para impulsar las nuevas pequeñas y medianas empresas y fortalecer la pequeña y mediana industria nacional, el gobierno autorizó la exoneración del pago de las tasas correspondientes al registro de patentes en el Servicio Autónomo de Propiedad Intelectual, la simplificación de los permisos sanitarios de las empresas, así como mayor agilidad en los trámites correspondientes al Servicio Desconcentrado Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos (SENCAMER) y en la Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (SUNAGRO).
Desde mayo de este año la pequeña y mediana industria nacional participa del debate sobre la Ley de Zonas Económicas Especiales qué, para Cibanic, representa una extraordinaria oportunidad para mejorar la economía nacional e incrementar la producción en todos los niveles; agroalimentario, industriales, tecnológicos, turísticos, entre otros. El proyecto que tiene como objetivo regular la creación, organización, funcionamiento y administración de las Zonas Económicas Especiales, sus áreas de desarrollo, eslabones productivos, proyecto y estímulos económicos entre otros, podría en su opinión ser un factor importante en el desarrollo de la industria nacional, así como generar nuevas fuentes de empleo e inversiones foráneas. “Todo depende de los criterios sobre los cuales se desarrolle la ley. En el mundo hay experiencias interesantes de economías emergentes como China que se han desarrollado bajo ese criterio. Sin duda en un marco de diálogo podemos abrir nuevos espacios para el crecimiento de la industria nacional», dijo.
Desde su perspectiva, la pequeña y mediana industria continúa muy comprometida debido a lo que denomina “la tormenta perfecta”; crisis económica, sanciones y pandemia. Aunque ubica el problema principal en la capacidad adquisitiva del pueblo venezolano, “los sueldos bajos en la administración pública, limitan la capacidad de compra de un sector importante de la población que no tiene la misma capacidad, por lo que se concentra en la adquisición de productos esenciales”.
Según el Centro de Comercio Internacional, se estima que la pandemia del Covid 19 impactó negativamente a más de 60% de las pequeñas y medianas empresas y el 51% de las empresas medianas en 161 países. Desde Fedeindustria consideran que las empresas de productos tradicionales, han mermado sus ventas de un 10 a un 20 por ciento durante la pandemia.
Aunado a la pandemia, las medidas coercitivas unilaterales han obligado al empresariado nacional a identificar y replantearse nuevas oportunidades. Cibanik consigue varias en el retiro de grandes multinacionales que mantenían la hegemonía del mercado en ciertos productos, “ese vacío abrió nuevos espacios para la industria nacional que se viene desarrollando con creatividad y calidad”, acotó.
“El mercado de los productos agrícolas es hoy una excelente oportunidad de negocio. Se han producido cambios económicos y sociológicos. Productos que antes se concentraban en el ámbito familiar o comunitario se han transformado también en importantes mercados en la ciudad como por ejemplo la venta de quesos. La producción de quesos de cabra rural o familiar actualmente tiene nuevos mercados en los ámbitos urbanos”.
No obstante, en su opinión aún deben subsanarse las dificultades en el acceso a las materias primas para un mayor desarrollo de la pequeña y mediana industria nacional, tales como hierro y aluminio, que son fundamentales para la actividad de las empresas metalmecánicas, que juegan un papel importante en la cadena de producción. “El acceso a materias primas es fundamental para mantener el crecimiento permanente de sectores como por ejemplo calzado y confección, que son locomotoras en el tren de las empresas, ya que impactan en los sectores que los transversalizan y mueven en consecuencia la cadena económica. En mi opinión la clave de la reactivación económica está en la profundización del dialogo político.”
Anahí Arizmendi