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Financial Times revela plan de presión militar de EE. UU. para forzar salida de Maduro

Un reportaje del Financial Times sostiene que la Casa Blanca ha sustituido el discurso antidrogas por una estrategia de “cambio de régimen” en Venezuela, basada en la demostración de fuerzas en el Caribe y acciones encubiertas. El enfoque reabre la doctrina de “diplomacia de cañoneras”.

  • El Financial Times describe un giro: de “antidrogas” a cambio de régimen, orientado a forzar la salida de Nicolás Maduro.
  • Despliegue de medios navales y aéreos en el Caribe y operaciones encubiertas autorizadas por la Casa Blanca, según FT y otros medios.
  • Voces oficiales en Washington reivindican el uso de “todos los elementos del poder” para presionar a Caracas.
  • Caracas denuncia “guerra psicológica” y declara alerta militar; advierte riesgo de escalada regional.

Contexto

El 18 de octubre de 2025, el Financial Times publicó el artículo “Donald Trump aims to topple Venezuela’s leader with military build-up”, en el que señala que la administración estadounidense habría reorientado su política hacia Venezuela desde un encuadre de control de drogas hacia una estrategia explícita de presión para un “cambio de régimen”.
La pieza cita fuentes en Washington y actores de la oposición venezolana, y ubica el despliegue de activos militares cerca de costas venezolanas como instrumento de disuasión y fractura de élites.

Lo que sostiene el Financial Times

Objetivo táctico: no habría intención de invasión terrestre. El énfasis estaría en demostrar superioridad militar para inducir decisiones políticas en el círculo de poder de Caracas.

Arquitectura política: participación de figuras de línea dura en el gabinete actual —con peso de Florida— que empujan un enfoque coercitivo más agresivo.

Mensaje oficial: voceros de la Casa Blanca y del Departamento de Estado afirman que Maduro no es “líder legítimo” y enfatizan el uso de herramientas de presión “por seguridad de EE. UU.”.

Operaciones encubiertas: reportes paralelos de prensa internacional atribuyen a la CIA acciones dentro de Venezuela como parte del mismo esquema de presión.

Reacciones de Caracas

El gobierno venezolano calificó el enfoque como “guerra psicológica” y alertó de un “ataque indirecto contra la soberanía” apoyado en agencias de inteligencia. Anunció estado de alerta militar en zonas marítimas y denunció que la estrategia estadounidense busca desestabilizar a través de coerción extraterritorial y amenazas a la fuerza del Estado venezolano.

Lectura geopolítica: coerción, riesgos y límites

Desde una perspectiva internacional, el enfoque descrito por el Financial Times revive una estrategia de presión sin ocupación directa: mostrar poder militar, aplicar sanciones y promover operaciones encubiertas para generar divisiones internas en Venezuela.

Este tipo de política suele implicar tres riesgos:

Daño a la reputación internacional de EE. UU., por vulnerar normas de soberanía y no intervención.
La llamada “diplomacia de cañoneras” —mostrar fuerza militar para imponer decisiones— reabre tensiones con el derecho internacional y con la estabilidad del Caribe.

Escalada no intencionada, por errores de cálculo o incidentes militares.

Efecto de cohesión nacional, donde la población se une al gobierno ante una amenaza externa.

Escenarios probables según el análisis de Hinterlaces

  1. Presión sostenida y controlada

El escenario más probable es la continuidad de la presión militar y política de Washington sin llegar a una confrontación directa.
Estados Unidos mantendría su despliegue en el Caribe y reforzaría sanciones económicas, operaciones de inteligencia y campañas de lawfare, buscando aislar progresivamente al gobierno venezolano.
El objetivo sería mantener la coerción constante, aumentar el costo político para Caracas y forzar fracturas internas dentro del aparato estatal, sin recurrir a una invasión.
Este escenario prolonga la tensión diplomática y podría intensificar los litigios en organismos multilaterales y los conflictos informativos entre ambas naciones.

  1. Distensión limitada y mediación regional

Un segundo escenario contempla una mediación diplomática liderada por Brasil, México o países del Caribe, con el apoyo discreto de la Unión Europea.
Su propósito sería reducir la presencia militar visible y establecer mecanismos de diálogo para contener la crisis.
En este contexto, podrían surgir acuerdos parciales en materia humanitaria o energética, aunque la desconfianza mutua entre Washington y Caracas limitaría la profundidad de cualquier acercamiento.
Este escenario dependería de factores externos, como la presión de aliados europeos o el temor a una desestabilización regional más amplia.

  1. Escalada regional y confrontación indirecta

El escenario menos deseable, pero posible, es una escalada militar y diplomática.
Podrían producirse incidentes marítimos o aéreos, ampliación de operaciones encubiertas y sanciones más severas, incluso contra países o empresas que mantengan relaciones con Venezuela.
Este contexto podría generar efectos colaterales en el comercio, la seguridad marítima y las alianzas regionales, forzando a varios gobiernos latinoamericanos a tomar partido.
Una escalada de esta naturaleza consolidaría un nuevo eje de confrontación hemisférica, con altos costos económicos y estratégicos para todos los actores involucrados.

Implicaciones para la región

Una política de coerción abierta contra Caracas aumenta la incertidumbre de seguridad en el Caribe y presiona las cadenas energéticas (crudo y derivados), al tiempo que complica la agenda de integración latinoamericana. Países con intereses comerciales o energéticos en Venezuela —y con diálogos activos con Washington— enfrentarán dilemas de posicionamiento que pueden derivar en costos económicos o en el congelamiento de iniciativas multilaterales.

Fuentes

  1. Financial Times: Military build-up y objetivo político
  2. The New York Times: Autorización de operaciones encubiertas
  3. BBC Mundo: Contexto y confirmaciones
  4. Al Jazeera: Riesgos y próximos pasos

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