La nueva colonización ya no se libra con ejércitos desembarcando en las costas, sino con algoritmos diseñados para dominar nuestras mentes y almas. Esta es la tesis central que emerge del análisis de Miguel Pérez Pirela, director de La Iguana.tv y autor del reciente libro Papeles de Política, en el marco de las continuas agresiones de Estados Unidos contra Venezuela y Latinoamérica.
El poder y la dictadura del algoritmo
Durante su participación en el programa Análisis Situacional, conducido por el presidente de Hinterlaces, Óscar Schemel, Pérez Pirela subraya que el tema del poder en la actualidad está intrínsecamente ligado a la comunicación y la dictadura del algoritmo.
La comunicación, en este contexto, relativiza la realidad, haciendo que la guerra sea por la atención. Como el mismo Pérez Pirela afirma: «en estos momentos la guerra es por la atención, ya no tenemos un colonialismo que va al territorio sino a nuestra mente y a nuestra alma». Este enfoque convierte a figuras como Donald Trump en «colonialistas de la comunicación», cuyo objetivo es acaparar el centro de la noticia de manera constante.
Este asalto psicológico busca la deshumanización de la política, lo que pasa por «arrancarnos el lenguaje».
La prueba de ello es cómo la guerra se consume a través de videos cortos en redes sociales que parecen «más un video juego que una amenaza», como las explosiones de lanchas en el Caribe, borrando la dimensión humana del conflicto.

Estado, paraestado y democracia protagónica
Asegura que, en el caso venezolano, se intentó implementar un paraestado, iniciando con un ataque silencioso a través del paramilitarismo, buscando instaurar «una nueva fuerza armada y unas nuevas instituciones». Este intento de imponer narrativas ha sido combatido activamente.
Frente a esta agresión, el Estado venezolano se postula como vanguardista, promoviendo una democracia participativa y protagónica. Conceptos como el poder popular y la comuna tienen 26 años de desarrollo, sirviendo para repensar el poder comunal. A pesar de los intentos de usar la fallida reforma constitucional de 2007 como «propaganda de guerra», la realidad del pueblo venezolano, con su «conciencia de la gente», ha constituido una victoria temprana al mantener la tranquilidad y la unidad frente a la amenaza real de una operación psicológica directa y la movilización militar.
El rol de los Intelectuales y la digitalización
El también director de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, ve en las redes sociales un instrumento de deshumanización que busca convertirnos en «robot, autómatas, esclavos». Las redes son un instrumento, un medio, no un fin, y confundirlos con la realidad es la trampa de esta nueva colonización.
“El rol del intelectual en este mundo digital debe ser el de un estimulador de las almas, de los pensamientos, que investiga las realidades, como el genocidio en Palestina o la crisis migratoria, temas de debate crucial”.
Para él es vital «darle descanso a la política para no caer en la tentación de ser colonizado por la digitalización» y utilizar la tecnología (el 3.0) como instrumento de impulso y no de esclavitud.
Destaca que en Venezuela, Nicolás Maduro, ha generado seguridad, uniendo a partidos y, paradójicamente, las agresiones (como las de la administración Trump) están abriendo las puertas al progresismo y a la posibilidad de una nueva «Gran Colombia».










