Con base en los estudios cualitativos, mediante focus group, realizados por Hinterlaces durante el año 2023, podemos identificar dos grandes bloques socio-emocionales, antagónicos, que van a REPOLARIZAR a la sociedad venezolana durante las venideras elecciones presidenciales.
El primer bloque psico-social está asociado a un voto neurótico que quiere acabar con todo. Es radicalmente contrario al presente. No toma en cuenta el “día después”. Tampoco apuesta por soluciones.
Podría votar por “cualquiera”. No importa el líder ni la propuesta, porque para este bloque socio-emocional el líder es sólo un instrumento para sustituir el actual orden. Los sentimientos dominantes son de odio y angustia. Su finalidad es destructiva.
Por el contrario, el segundo bloque psico-social apuesta por el futuro y evalúa las propuestas y soluciones. Se inclina más por el cómo y el qué, y no sólo por el quién, aunque sabemos que son dos caras de la misma moneda. Aquí el Líder es un solucionador y un conciliador.
La principal preocupación de este grupo es la economía (y específicamente el ingreso). Rechaza el conflicto y valoran los consensos. Respaldan una economía con Estado y con Mercado. Los sentimientos que describen a este bloque son la esperanza, la resiliencia y la unión. Su finalidad es constructiva.
En este contexto, podemos observar ahora un relanzamiento de la campaña de desestabilización emocional cuya estrategia es sobredimensionar la crisis económica y avivar el descontento para generar respuestas neuróticas futuras en el marco de las próximas elecciones presidenciales.
En paralelo, se va consolidando un nuevo marco de interpretaciones y emociones, transversales a la mayoría. Avanza una “Nueva Etapa” cultural, emocional y simbólica. Emerge una renovada identidad nacional-popular.