No tiene nada de excepcional ni novedoso la implementación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), en el mundo. Se aplican por igual en países socialistas y capitalistas y desde hace varias décadas, con resultados diferentes.
En Venezuela se está abriendo un debate en torno a este tema en la Asamblea Nacional. Sin embargo, no se ha sabido comunicar los beneficios, alcances y potencialidades de las ZEE.
Las ZEE son territorios de flexibilización e incentivos económicos que apuntan hacia diferentes objetivos. En estos espacios se busca incentivar la inversión y la exportación para el beneficio económico de un país.
El problema ideológico en Venezuela ha hecho que hasta ahora se manifieste una especie de resistencia al respecto, inclusive de parte de los empresarios venezolanos.
Ahora bien, China es el país de referencia de las ZEE, ya que su ejecución contribuyó a sacar de la pobreza a más de 700 millones de personas .
Otros países no han tenido tanta suerte, como es el caso de El Salvador y Guatemala donde su aplicación se ha visto afectada por el estancamiento de negocios como la manufactura, la falta de celeridad en la adquisición de permisos y la corrupción.
Ahora bien, su aplicación en Venezuela podría ser muy oportuna pues sería el momento indicado para el retorno de capitales venezolanos fuera del país, lo que incrementaría la producción y por ende mejoraría el salario de los trabajadores.
La Asamblea Nacional debe adecuar el ordenamiento jurídico para armonizarlo con la idea de unas ZEE diversas, con diferentes propósitos y dimensiones, en zonas con potencialidades productivas en el país.
Prensa Hinterlaces