Tras años de fricciones, la cumbre de Busán del 29 de octubre de 2025 abrió una ventana de distensión entre Estados Unidos y China. El presidente Donald Trump y el presidente Xi Jinping acordaron desescalar la disputa comercial con medidas inmediatas y verificables, priorizando la estabilidad de cadenas críticas y el retorno a la negociación estructurada (BBC Mundo, El País).
Acuerdos principales
Washington anunció la reducción de aranceles selectivos —incluidos bienes sensibles— del 20% al 10%, mientras Pekín suspenderá por un año las restricciones a la exportación de tierras raras, insumos esenciales para semiconductores, renovables y defensa. Ambas partes mantendrán una tregua arancelaria al menos por 12 meses y China incrementará compras de soja estadounidense, a la vez que se habilitan canales de trabajo sobre agenda estratégica y crisis internacionales (El Mundo, France 24).
- Reducción de aranceles de EE. UU. del 20% al 10% en partidas clave.
- China suspende por un año las restricciones a tierras raras.
- Tregua arancelaria mínima de 12 meses y mesa técnica permanente.
- Compras chinas de soja; señales de cooperación en agendas sensibles.
- Alivio inmediato para tecnología y agro; mejor tono en mercados.
Alcances económicos y tecnológicos
La flexibilización en tierras raras reduce riesgos para la industria global y, en particular, para el ecosistema tecnológico estadounidense, que depende del procesamiento chino. El alivio arancelario mejora márgenes y expectativas de inversión, mientras el agro de EE. UU. recupera demanda en el corto plazo. El pacto, aunque acotado, rebaja la incertidumbre regulatoria y despeja cuellos en cadenas críticas (BBC Mundo).
Reacciones y perspectivas
Los mercados recibieron positivamente la tregua, pero analistas advierten que persisten asuntos técnicos y verificación de compromisos. El historial de tensiones sugiere una paz condicional: si el diálogo se sostiene, la desescalada puede consolidarse; si se resquebraja, los incentivos para reimponer medidas siguen latentes (El País, El Mundo).
Cierre interpretativo
El entendimiento de Busán no resuelve la competencia estratégica, pero reintroduce el comercio como pilar práctico de relación. Al combinar alivio arancelario y acceso temporal a insumos críticos, Trump y Xi habilitan una fase de gestión de conflictos con costos más bajos para ambas economías y un respiro para la arquitectura productiva global.










