Las recientes declaraciones de Juan González, ex-asesor de la Casa Blanca para América Latina durante el gobierno de Joe Biden, han vuelto a colocar a Venezuela en el centro de la discusión política de Estados Unidos. En una entrevista pública, González reconoció la complejidad del escenario venezolano y advirtió los riesgos de una eventual escalada militar en el Caribe
Un diagnóstico desde Washington
González sostuvo que el despliegue naval ordenado por la administración Trump no debe entenderse necesariamente como preparación para una guerra, sino como un gesto político dirigido al electorado interno. Según el analista, tanto republicanos como demócratas han convertido a Venezuela en un espejo de sus propios debates sobre migración, seguridad y democracia.Al mismo tiempo, admitió que no existe evidencia concluyente que vincule a Nicolás Maduro como jefe de un cartel de narcotráfico, a pesar de los señalamientos oficiales y de las millonarias recompensas ofrecidas por Washington.
El fantasma de la intervención
El exasesor reconoció que cualquier intento de acción militar directa en Venezuela sería extremadamente complejo y costoso. El control interno del ejército, la vigilancia cercana de aliados estratégicos y el riesgo de un conflicto prolongado hacen inviable la tesis de una “operación quirúrgica” para remover al presidente. Incluso, González advirtió que un escenario de ese tipo podría derivar en una nueva guerra sin fin para Estados Unidos
¿Presión o diálogo?
González también hizo autocrítica sobre el fracaso de las estrategias de presión máxima de Trump y de flexibilización bajo Biden. A su juicio, el único camino posible es el diálogo combinado con medidas específicas, aunque reconoce que se trata de un proceso lento y frustrante.
No obstante, en su testimonio queda claro que Washington sigue sin una ruta definida: mientras figuras como Marco Rubio insisten en el cambio de régimen, otros actores plantean la necesidad de abrir canales de negociación con Caracas
Hinterlaces: 93% de los venezolanos rechaza la intervención extranjera
Más allá de las intenciones de Washington, lo dicho por González reafirma algo esencial: Venezuela no es un país fácil de doblegar. Las acusaciones de narcotráfico carecen de pruebas sólidas, la presión militar encuentra límites y la comunidad internacional ha dejado claro que rechaza aventuras bélicas.
En contraste, lo que emerge es la imagen de un gobierno que, con Nicolás Maduro al frente, ha sabido resistir sanciones, bloqueos y campañas de deslegitimación, manteniendo la cohesión interna y el respaldo de aliados en un mundo crecientemente multipolar.
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