¿CAMBIO O ALTERNATIVA?

La campaña electoral presidencial arranca con una correlación de fuerzas ampliamente favorable al Chavismo.

Hoy apenas 9% simpatiza con los partidos de oposición, mientras que el PSUV recibe el respaldo de 35% de los electores, cuatro veces más.

90% de los venezolanos opina que la oposición está muy dividida y que necesita nuevos liderazgos.

3 de cada 4 electores NO-CONFÍA en que un eventual gobierno de oposición pueda resolver los problemas económicos del país, mientras que 56% afirma que “la situación económica está MEJORANDO”.

Después de 25 años, la oposición no ha logrado representar ni convocar a los venezolanos. Pero es que no se puede liderar a una sociedad que no se entiende y que no se siente. Sus principales dirigentes provienen de las élites sociales, muy distantes del sentimiento popular y de las expectativas de las mayorías.

Mientras el Chavismo se ha constituido en una comunidad emocional, en una identidad social y en una cultura política. Más allá de una ideología, el Chavismo es un sistema de valores, creencias, símbolos y emociones.

Por el contrario, la Oposición todavía hoy carece de la cercanía para liderar y emocionar, de las narrativas y propuestas para convencer y movilizar, de las gramáticas y símbolos para entusiasmar y persuadir.

En estas condiciones, muy difícilmente la oposición pueda perfilarse como una alternativa para las próximas elecciones presidenciales del 28 Julio. Actualmente 55% de los electores cree que si las elecciones presidenciales se celebraran HOY, el presidente Maduro sería reelecto.

En este nuevo ciclo histórico que vive la nación, caracterizado por el final de la polarización catastrófica y la declinación del Estado rentista, Venezuela está apuntando, menos por la alternancia y el cambio, y más por las alternativas.

Voto Neurótico

El reimpulso de esta estrategia de desestabilización tiene como objetivo cambiar la correlación de fuerzas electorales que hoy favorece la reelección del presidente Maduro, mediante la creación de un clima de angustia, incertidumbre y desprotección que genere respuestas neuróticas futuras en el marco de las próximas elecciones presidenciales. Con base en los estudios cualitativos realizados por Hinterlaces, podemos identificar dos grandes bloques socio-emocionales, antagónicos, que van a REPOLARIZAR a la sociedad venezolana durante las venideras elecciones presidenciales.

LA CLAVE NO ES EL CAMBIO, SINO LA ALTERNATIVA

El liderazgo del Presidente Maduro no despierta emociones extremistas en contra o a favor. Su gestión recibe valoraciones positivas, más allá del chavismo, por su esfuerzo constante para superar la crisis y derrotar las prácticas insurreccionales, atentados y saboteos. Sus seguidores opinan que puede hacer mucho más. Por su parte, el Chavismo se ha convertido en una comunidad emocional, en una identidad social y en una cultura política. Se mantiene unido, cohesionado y movilizado, sobre todo cuando se aproximan elecciones.

¡Es la economía!

Desde hace una década la economía es la principal preocupación de los venezolanos. Han surgido renovados marcos de interpretación con relación al modelo económico, en el contexto del declive del rentismo petrolero y de las medidas coercitivas unilaterales que aplica Estados Unidos contra Venezuela. No hay cambio en la economía o en la base material de la sociedad que no tenga una resonancia profunda en la reconfiguración del sentido común, los símbolos y las emociones.

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