El proceso electoral que vivió Venezuela el pasado domingo contó con 30,5% de participación de los venezolanos, de manera que el 69.5% prefirió no votar por ningún partido político para elegir los integrantes de la nueva Asamblea Nacional que se instalará en el país el próximo 5 de enero de 2021. No es el número más alto de abstención en una consulta como ésta en Venezuela, pero si enciende las alarmas, pues se habla de una población politizada que toma partido siempre ante la agenda nacional.
Luis González, analista político nacional e internacional, asegura que la baja participación se debe a que la población no confía en la acción del gobierno para lograr el cese de las sanciones. «Elegir un nuevo parlamento que seguirá limitado por una serie de sanciones económicas, es la razón para que la gente no saliera a votar, ¿Por qué?, porque el tema económico es lo primordial en el país y lo será en el nuevo parlamento, según lo han asegurado quienes dirigirán ahora ese espacio, aunque hasta ahora no se sepa cómo lo harán», explica.
Refiere que a pesar de tratarse de un proceso electoral que se desarrolla en medio de una pandemia por el Coronavirus, las proyecciones no se equivocaron, en el campo político se hablaba del 30 o 40% de la participación.
«Es evidente que quienes salieron a votar están claros en una corriente política puntual, además rechazan las sanciones y el bloqueo y aquellos que se abstuvieron desconfían y están desmotivados porque tampoco se ha visto una medida efectiva para evadir esas sanciones», asegura.
Al ser consultado sobre la recién aprobada Ley Antibloqueo, la califica como una medida que puede funcionar, pero que puede tardar, «salir de un bloqueo económico no es fácil, sino miren a Cuba, por eso la aplicación de esta Ley tampoco es garantía de nada y la gente está desmotivada, porque salir a votar no va a solucionar los problemas económicos en pocos meses y tampoco dará estabilidad política mientras haya líderes de oposición alimentando el bloqueo desde afuera», dice González.
Sin embargo, durante el proceso electoral del domingo los dirigentes políticos calificaron como alta la participación, tomando en cuenta que es la primera elección que se lleva a cabo en Venezuela en medio de los efectos del COVID-19.
Con esto coincide Sergio Duque, periodista y analista político, «¿Qué motivación de votar puede tener alguien que sabe que aún votando EE.UU. ni la Unión Europea, ni el grupo de Lima, Nadie, la va reconocer y seguirán las sanciones?«.
Tratar de mejorar la economía después de tantos años de asedio político, social y económico no es tarea fácil, de manera que mientras se mantengan las sanciones hay una razón de peso para no lograrlo, mientras se trabaja en buscar soluciones efectivas que saquen al país de la crisis política.
Poca confianza
Para el sociólogo David Estrada, la falta de confianza en el sistema de salud llevó a la población a no acudir a los centros de votación.
«Aunque las medidas tomadas por el Ejecutivo Nacional, lograron aplanar la curva de contagio, aún hay demasiado riesgo. Incluso el Presidente sigue llamando a la gente a la conciencia porque en la calle se ve mucha gente sin las medidas de bioseguridad», expresó.
Lo importante de analizar la participación de los venezolanos en los procesos electorales, también se clasifica en los cargos a elegir. Las parlamentarias y regionales tienen un porcentaje menor de participación en comparación con las elecciones presidenciales.
Sin embargo, la última elección parlamentaria de 2015 contó con 74.17 % de participación. En esta oportunidad la necesidad de cambiar el parlamento era imperante, debido a que la actuación del parlamento actual condujo a un agravamiento de la crisis política del país e influyó en el incremento del asedio económico internacional.
No obstante, la confianza y los liderazgos han resultado también golpeados en medio de ese proceso de debilitamiento. En ese contexto, los retos que en adelante tiene la nueva AN que se juramente el 5 de enero, de mayoría chavista, así como el resto de las instituciones.
Narkys Blanco