El canal de Suez hace temblar la geopolítica y la economía mundial

El encallamiento del carguero Ever Given en el Canal de Suez, que bloqueó el paso durante casi una semana a más de 370 buques y afecto principalmente el comercio entre Asia Oriental y Europa, ocasionando 15 millones de dólares diarios en pérdidas a la administración del canal, podría ser no un hecho fortuito, sino una operación que justifique  nuevas presiones contra el gobierno de Egipto para que ceda o comparta su administración a intereses occidentales.

Las investigaciones para determinar las causas de lo ocurrido comenzaron este martes 30 de marzo. «La crisis era algo que no queríamos, pero fue el destino. Ha afirmado el gran papel y la importancia del canal durante los últimos 150 o 160 años», dijo el presidente de Egipto presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi.

El incidente que afecto el libre tránsito en uno de los principales pasos marítimos del mundo, por donde circula el 12 por ciento del comercio mundial, ocurre en momentos de tensión entre Estados Unidos y China, como consecuencia de la política exterior norteamericana que considera  ese país una amenaza para su hegemonía.

En opinión de los internacionalistas Ángel Tortolero y Basem Tajaldine, el hecho evidenció la debilidad del sistema económico mundial  que, aunque dependiente de pasos como las del Canal de Panamá y el de Suez, adversa rutas alternativas como las propuestas por China en la Nueva Ruta de la Seda.

Un paso estratégico

Con 193 kilómetros de largo, el Canal de Suez une el mar mediterráneo con el mar rojo y representa  la ruta más corta para el transporte de mercancías entre Asia, Oriente Medio y Europa. El paso evita que  los buques tengan que bordear el cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África, lo que significa un ahorro de siete o nueve días de viaje entre Europa y Asia, equivalente a casi 9 mil kilómetros por trayecto, un 43 por ciento de distancia según el Consejo Mundial de Transporte Marítimo.  La vía marítima también es neurálgica para la economía de Estados Unidos. Se estima que alrededor de 45 por ciento del volumen de carga en el puerto de Nueva York y Nueva Jersey se mueve a través del Canal de Suez.

Para Tortolero, existen dos teorías sobre el accidente; una que fue un accidente fortuito producido por una tormenta de arena que elevo los niveles de sedimento en el canal ocasionando que el buque encallara y la otra que haya sido una acción  dirigida por partes interesadas para mover los mercados y subir los precios de petróleo, al dejar  varados cientos de buques que no pudieron transitar por el canal. La segunda no le parece descartable dado los enormes intereses que se mueven alrededor de las empresas comercializadoras de petróleo que se han visto afectadas por la caída de la demanda producto de la COVID-19 y la disminución de los precios petroleros ante la llegada de la primavera.

El papel del Canal en el mundo energético se puede expresar en cifras: Suez es el paso diario de dos millones de barriles de petróleo y aproximadamente el 8 por ciento del gas natural licuado.

“El incidente puso en alerta a las economías del mundo que necesitan un paso seguro y confiable, inmersas en un guerra  multifactorial entre dos polos que se están erigiendo en el mundo multipolar; Los poderes que se agrupan alrededor de una política de paz, de autodeterminación  de libre tránsito del comercio donde se agrupan China, Rusia, India, Turquía, Irán y algunos países del sur de África, entre otros, versus una economía alineada con Estados Unidos  apegada a las tesis de la guerra y a subordinación”.

En opinión de Tajaldine, lo ocurrido puede servir de excusa para que desde la Unión Europea comiencen a presionar al gobierno de Egipto para que ceda la administración del canal en la tesis de la “necesidad  de garantizar un mantenimiento adecuado”.

El internacionalista considera que el evento coloca nuevamente en el tablero la propuesta de la Nueva Ruta de la Seda de China y la importancia del gran tren de China a Europa que hoy es una realidad y que transporta mercancías de Asia a toda la Unión Europea y la Europa Central. El planteamiento del gigante asiático y la construcción de nuevas rutas ferroviarias han tenido el rechazo de Estados Unidos que lo califica como una amenaza para los intereses norteamericanos.

No obstante reitera que pasar las mercancías por el Canal de Suez es mucho más económico que esas vías alternas. Por lo que advierte que las presiones contra Egipto recaerán con más fuerza. “Hemos visto estos días numerosas críticas y amenazas por parte de  países europeos que no escatimaran algún tipo de agresión de ser necesaria, o utilizar el hecho como ejemplo de que en manos de la Unión Europea el canal puede estar mejor administrado”.

“El bloqueo motivó que aquellas viejas amenazas  estén otra vez en  la palestra. Estados Unidos y sus aliados siempre han querido controlar esa vía marítima. Ya se están haciendo lobbies en Europa para presionar a Egipto, lo que sería una locura porque por ahí transitan buques de China, Rusia y otros países que no aceptaran fácilmente que se les impida el paso. Emprender una aventura como la de los años cincuenta contra el gobierno egipcio de Nasser podría costarle muy caro a la Unión Europea”.

Tortolero destaca que el bloqueo del canal impactó los precios del petróleo y la entrega de alimentos, combustible y productos manufacturados hacia Europa, pero también lesionó el libre tránsito y el comercio entre Asia Oriental y Europa.

”En la guerra de Estados Unidos contra China nada es descartable. China es hoy uno de los socios comerciales más seguros del planeta, todo el mundo quiere negociar con China”, reiteró.

La guerra por el Canal de Suez ha tenido diversos episodios. Su utilidad para el paso de tropas  se puso en evidencia durante la primera guerra mundial, la guerra de los seis días entre Egipto e Israel y acciones bélicas impulsadas por Gran Bretaña, que administró el canal antes de su nacionalización durante el gobierno de Nasser

Para el año 2009, el investigador y filósofo norteamericano, Noam Chomsky advertía sobre el significado de las maniobras navales de Israel y el uso de submarinos Dolphin capaces de transportar misiles nucleares al mar rojo a través del Canal de Suez a una posición desde donde podrían atacar a Irán amparados en el “derecho de soberanía” según el entonces Vicepresidente Joe Biden.

El impacto del encallamiento del Ever Given en la geopolítica mundial está por verse. Resulta difícil descartar cualquier teoría en un mundo donde todas las guerras son por petróleo y  en el cual el canal ha sido definido como “un punto fundamental para la seguridad energética global”, según la Agencia de Energía de Estados Unidos, con un paso de casi 19 mil buques al año y unas 120 millones de toneladas de mercancía.

Anahí Arizmendi

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