Estamos en la Fase II del protocolo de seguimiento y control, con el fin de frenar el avance de la pandemia del Covid-19 en Venezuela. Esta Fase II incluye la detección y control en el manejo de crisis. La detección incorpora una dimensión de tiempo para la clasificación del nivel de la situación, y por ende de las medidas que se van requiriendo para su control.
Es clave entender en esta etapa, que los organismos encargados de la situación tienen dos tareas: identificar los casos que existen y seguir su evolución. Identificar, detectar consiste en demostrar la existencia de contagiados y potenciales transmisores que hasta antes de esta fase (la fase uno, que duró varias semanas se orientó a la prevención) permanecían sin ser identificados pero ya existían.
Basados en esto, es importante entender que lo natural es que las cifras vayan en aumento pues se contabilizan una vez se confirman; en crisis y cuando se trata de salud con recursos limitados, no caben los aproximados para efectos de control, se administra la respuesta en la medida que se confirma la existencia. Sobre las cifras de contagio, en principio, lo normal es que se presente un incremento acelerado al comienzo, en la medida que se avanza en la etapa de detección. debemos tomar con racionalidad este comportamiento de los datos, repito: es lo normal en estos casos.
Pasado un tiempo, si el protocolo se cumple y y la población contribuye de forma adecuada, debería comenzar el descenso de las cifras de nuevos casos, es decir: identificados la gran mayoría y sometidos a control y tratamiento, se desacelera la aparición de casos nuevos.
Es cuando podemos decir que se está controlando la propagación, porque ya identificados los casos, aplicados los tratamientos y sobre todo respetadas las medidas de control, se logran reducir las condiciones que facilitan la sobrevivencia y la movilidad del virus.
Dicho esto, ahora hablemos del Control, etapa que acompaña y es inmediata a la Detección en esta Fase II. El Control es la situación más difícil porque ésta se realiza durante el proceso de desarrollo y manifestación en pleno de la crisis. En esta etapa es donde se producen y aplican las acciones instrumentales y comunicacionales orientadas a solucionar el problema, en este caso frenar la epidemia en el país.
Explicada la naturaleza de estas dos tareas (detección y control) queda claro por qué las medidas de control adoptadas por el Ejecutivo Nacional, basadas en el trabajo del Comando Presidencial para prevención seguimiento y control del Covid-19, son incrementales y se anuncian como tales. Son y deben ser incrementales porque como se explicaba cuando hablamos de detección, las medidas deben variar (irse adaptando) en el tiempo de acuerdo al nivel de gravedad que va adquiriendo la situación, en la medida que se actúa correctamente en la identificación de los casos. Si en una crisis como la actual global, los recursos son cada vez más escasos y deben ser usados con precisión, con mayor razón se aplica en un caso como el venezolano, donde el país enfrenta serias restricciones en materia financiera, en lo asociado a los procedimientos para ejecutar pagos en el sistema bancario internacional, aunado a las dificultades reales previas y existentes en muchas esferas que involucra servicios públicos esenciales. En este contexto, resulta vital el uso de los recursos materiales limitados con los que contamos con una precisión casi quirúrgica. De allí que el abordaje y manejo que se está llevando a cabo -hasta ahora- por parte de las autoridades nacionales, alineadas y en trabajo coordinado con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, ha sido el correcto y absolutamente responsable.
Los recursos intangibles para el control de la epidemia también son vitales, y dependen de todas y todos los venezolanos, entre ellos podemos nombrar algunos:
- El acatamiento voluntario y disciplinado de las medidas de cuarentena.
- Seguimiento de las medidas de prevención como el lavado de manos
- recomendadas y ampliamente divulgadas.
- La solidaridad como en otras crisis que hemos enfrentado y superado en el pasado, la convivencia ciudadana y el respeto, entre otros.
Esta Fase II, de Detección y Control, es fundamental. Es la más importante y la más delicada, podemos decir que es el corazón de la gestión exitosa de la epidemia, y una parte importante está en nuestras manos y nunca podría leerse de manera más literal.
El llamado es a la calma, a entender y acompañar el proceso de administración responsable que se está haciendo de la crisis, a respetar las medidas que se irán anunciando e incrementando en la medida que avanza la detección y se aplican los controles. A cualquiera que le resulten incómodas las medidas de control, podría sólo revisar las acciones que han tomado otros países incluso del continente, como Argentina, donde se imponen sanciones penales, como la cárcel hasta por 15 años para quienes no respeten la cuarentena.
Finalmente es importante decir, que apenas empezamos a recorrer de manera ascendente la curva de la campana del proceso, de todos depende que logremos remontar la cima y transitar el descenso en paz y con el menor daño posible para nuestro país. Subestimar los riesgos puede costarte la vida y la de muchos. No hay redundancia en decir que las próximas dos semanas son cruciales para frenar la propagación del Covid-19 en Venezuela.
Hagamos nuestra parte. Quedémonos en casa.
Jacqueline Montes, Especialista en comunicación política, opinión pública y gestión comunicacional de crisis