La estrategia oculta de Machado

Los más reconocidos servicios de inteligencia de los Estados Unidos coinciden en que el Presidente Maduro será reelecto el próximo 28 de Julio. Se valora la normalidad democrática, la paz social y los avances del diálogo directo entre la Casa Blanca y Miraflores.

Se han conformado nuevos consensos en Washington acerca de que se necesita ORDEN y se quiere PETRÓLEO de Venezuela, con un sentido estratégico y pragmático, por lo que el muy probable triunfo electoral de Maduro sería recibido con comprensión y conveniencia por diferentes sectores norteamericanos. Por su parte, Maduro ha prometido un gobierno de unidad nacional y una “nueva etapa”.

Pero en Venezuela se mueven otros intereses. María Corina Machado ya cuenta con la suficiente experiencia política para entender que Maduro triunfará en las próximas elecciones y que, por lo tanto, no se trata de una meta sino de una penúltima etapa. El objetivo no es la victoria electoral de González, sino construir una imagen sólida y potente, tanto en el país como en el exterior, sustentada en las denuncias de fraude electoral, la ingobernabilidad y la inestabilidad.

La campaña electoral de Machado está concentrada exclusivamente en su imagen y en sus cualidades, mientras que el “candidato nominado”, en cambio, está ausente y oculto. “La Salida” y “Hasta el final” siguen la misma línea estratégica y narrativa.

En este sentido, la estrategia de Machado no es estrictamente electoral pues no le interesa una victoria “a medias”, ya que controlaría solo el poder ejecutivo y tendría en contra los otros cuatro poderes del Estado, además del poder militar, sino que más bien apunta a la implosión del “Régimen”, la anulación de los compromisos con sus aliados-enemigos de la oposición y la remoción del obstáculo que representa el actual candidato opositor.

Oscar Schémel

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