La Asamblea Nacional de Venezuela aprobó recientemente en primera discusión, modificar la Ley de Regularización de Períodos Constitucionales de Poderes Públicos, estadales y municipales. Con el inicio de ese proceso, el país se enrumba hacia una megaelección para definir gobernadores y alcaldes este año.
La propuesta en la que coinciden, tanto la oposición que participa en el Poder Legislativo y la prepresentación del chavismo, se orienta a la renovación del liderazgo político territorial en momentos de apertura y dialogo nacional y a incrementar la participación electoral como respuesta a la continuidad del bloqueo impulsado por Estados Unidos. La decisión fortalece a la Asamblea como epicentro del dialogo en el país y activa las maquinarias electorales de las organizaciones políticas.
Incrementar la participación
Desde la campaña electoral para las elecciones legislativas del pasado 6 de Diciembre, voceros de la oposición plantearon la posibilidad de una mega elección de gobernadores y alcaldes para el 2021. En febrero de este año, el Secretario General del Partido Cambiemos y actual Presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional, Timoteo Zambrano propuso que a través de una modificación legislativa se unieran los procesos para así “dedicar este año a resolver ese tema político electoral”.
El ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles y otros dirigentes de la oposición se sumaron a la propuesta destacando que existe tiempo suficiente para la jornada electoral regional y municipal en octubre o diciembre. De hecho ya varios están en campaña.
También en febrero de este año, el Presidente Nicolás Maduro declaró estar de acuerdo con la unificación de la jornada comicial y en el marco del Congreso Extraordinario del PSUV, el partido más grande del país, se acuerda la consulta de los métodos para la selección de sus candidatos y candidatas y afinar la maquinaria electoral territorial con la inclusión y articulación de los partidos aliados.
“El 95% de los líderes de la oposición de los estados y municipios quieren postularse y revindican el derecho a ser alcaldes y gobernadores, alcaldesas y gobernadoras, y creen que pueden ganar, y pueden ganar algunos estados y municipios”, subrayó el mandatario.
La modificación de la norma electoral del 2010 que impide que se efectué una elección luego de otra sino han transcurrido seis meses, permite a juicio del Presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, “retirar los obstáculos para que pueda haber cada vez más participación del pueblo a través de las elecciones”
Todas las fuerzas políticas coinciden y aspiran que una mega elección incremente la participación electoral y con ello afiance la posición de Venezuela en el exterior. Desde la Asamblea Nacional existe unidad en el rechazo a las medidas coercitivas unilaterales impulsadas por el gobierno de Estados Unidos y su impacto negativo en la población venezolana. La respuesta no se hizo esperar y voceros del gobierno de Biden anunciaron la prórroga por un año de la Orden Ejecutiva de Obama que declara a Venezuela “una amenaza inusual y extraordinaria”.
Los próximos comicios tienen para las organizaciones políticas participantes varios desafíos. El principal de ellos es elevar la participación electoral y con ello la legitimidad del proceso a fin de consolidar la ruta electoral como mecanismo de resolución de las diferencias o tensiones políticas. El recalentamiento de los temas fronterizos auspiciados por Washigton, con Colombia y con Guyana por El Esequibo, apuntan a mantener sobre la mesa las opciones violentas.
Por otra parte, la aparición de nuevas cepas de COVID-19 y la desigual distribución de las vacunas en el mundo, indican que las mega elecciones se realizarán en medio de la continuidad de la pandemia o sus secuelas, lo que ocasionará amplias medidas de bioseguridad para el desarrollo de las campañas electorales. No obstante, Venezuela realizó un proceso electoral exitoso para la composición del poder legislativo, por lo que ya se afinaron protocolos al respecto.
Para el chavismo, su capacidad de respuesta nacional e internacional, ante el anuncio de mantener el bloqueo y la guerra multidimensional de Estados Unidos y sus aliados y el fortalecimiento de su estructura territorial serán elementos claves en los resultados. Por su parte la oposición tiene el reto de mantener e incrementar la votación y lograr incluir otros sectores opositores para elevar sus posibilidades electorales.
El debate sobre los comicios para este año se desarrolla en el marco de un recrudecimiento de las medidas coercitivas unilaterales impulsadas por el gobierno de Estados Unidos y países de la Unión Europea que no reconocen las elecciones del 6 de Diciembre, pero que admiten el fracaso de la propuesta de un “presidente interino” y la necesidad de “redefinir la estrategia”.
La cultura electoral y política del venezolano y la venezolana se pondrá nuevamente a prueba como herramienta de paz y estabilidad en momentos de polarización. Contar con un sistema electoral automatizado y confiable abona a lo que ha sido un comportamiento electoral ejemplar en circunstancias tan convulsas como las guarimbas durante la elección a la Asamblea Nacional Constituyente. La primera mega elección para la renovación de los poderes tras el triunfo del Presidente Chávez, se realizó en Julio del 2000, luego de la aprobación por voto popular de la Constitución Bolivariana. Ese año participaron 32 mil candidatos y candidatas para optar a 6252 cargos públicos, incluyendo la elección para la presidencia en la que se enfrentaron Hugo Chávez y Francisco Arias Cardenas. Como resultado Chávez gana la Presidencia de la Republica con el 59,76 por ciento de los votos y el chavismo (MVR y Polo Patriótico) obtienen una mayoría contundente en el poder legislativo y territorial, ganando la oposición solo 7 de las 23 gobernaciones.
Anahí Arizmendi