Bogotá, Colombia, fue el escenario donde se desarrolló la III Conferencia Ministerial y Hemisférica de la lucha contra el Terrorismo, una cita que convocó a ministros y representantes de 20 países para combatir este tipo de prácticas y discutir medidas preventivas.
No obstante, el centimetraje mediático estuvo destinado a destacar la presencia del diputado Juan Guaidó a quien Colombia rindió honores como presidente, y sus encuentros con el mandatario colombiano Iván Duque y el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo.
Había expectativas de que la cita permitiera la inclusión de Venezuela como Estado terrorista, para emprender acciones afiancen la estrategia norteamericana de cercar la nación suramericana para provocar un cambio de régimen. No obstante, esto no ocurrió. Sin embargo, es importante destacar los roles de algunos de los asistentes a este encuentro y su verdadera actuación respecto al terrorismo.
La cumbre y sus invitados
Mike Pompeo, jefe de la diplomacia estadounidense, estuvo al frente de la Cumbre. Es importante recordar que EEUU asesinó el 3 de enero de 2020 al general Qasem Soleimani, a través de una acción terrorista. Soleimani es reconocido en el Medio Oriente por su lucha antiterrorista y liderizó la derrota del grupo terrorista denominado Estado Islámico (Isis o Daesh), organización criminal cuyo nacimiento fue propiciado por Estados Unidos.
La nación norteamericana además ha apoyado abiertamente los intentos de golpes de Estado en Venezuela, Bolivia, Honduras y Brasil, sin contar el sinnúmero de países que, a lo largo de su historia, ha bombardeado e invadido con operaciones de falsa bandera como Libia e Irak.
Iván Duque, presidente del país anfitrión, será recordado por haber incumplido con el compromiso suscrito por el Estado colombiano para los acuerdos de paz con la guerrilla Farc. Una característica de su Gobierno que aún no alcanza dos años de gestión, es que han sido asesinados alrededor de 250 líderes sociales en una cacería sistemática y en total impunidad.

A la Cumbre fue invitado el parlamentario venezolano Juan Guaidó, quien en enero de 2019 se autoproclamó en una plaza de Caracas con el apoyo de Washington, como presidente interino del país y en enero de este año 2020 perdió la directiva del Parlamento, pero no aceptó la derrota y se auto reeligió, en la sede de un diario opositor con un quorum que aún deja dudas.
Guaidó ha participado de manera activa en acciones insurrecionales, incluida la toma de un distribuidor vial ubicado en las afueras de la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda, que incluyó el intento de ingresar a las instalaciones militares.
No obstante, destaca su presunto vínculo con la banda paramilitar colombiana “Los Rastrojos”, quienes en febrero de 2019 le habrían brindado seguridad para ingresar Colombia. Del hecho quedaron sendas fotografías como constancia. Le acompañaban varios de los jefes narco paramilitares, Las gráficas fueron hechas públicas por el diario El Espectador.

¿Casualidades?
Un día después de la cumbre antiterrorista, el Subsecretario interino de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de EEUU, Michael G. Kozac, manifestó en su cuenta Twitter su apoyo al autoproclamado presidente interino de Venezuela Juan Guaidó, e incurrió en un nuevo acto de injerencia al opinar que “Guaidó y sus diputados continuarán llevando a cabo sus labores de acuerdo con la Constitución de Venezuela, incluyendo sesiones semanales. Las fuerzas de seguridad deben estar con el pueblo y permitir la entrada a los diputados”.
Por su parte Mike Pompeo, finalizada la cumbre, se refirió a la presencia del grupo terrorista Hezbollah en la región y específicamente en Venezuela; mientras que Juan Guaidó, quien no mostró ni una sola prueba, aseguró que la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional estaba siendo financiada por el oro extraído en el sur de Venezuela.
Otro hecho “casual” fue la reunión que celebraron en la ciudad de Tolemaida, en Cundinamarca, Colombia, altos miembros de la Fuerza Militar Colombiana con el almirante Craig Faller, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos y su comitiva y el anuncio de que realizarían ejercicios militares conjuntos.
Allí en Tolemaida funciona una de las principales escuelas de entrenamiento de las Fuerzas Especiales Colombianas, especialistas en cumplir misiones estratégicas y en la base área de la ciudad, muy frecuentada por militares estadounidenses, se cometieron violaciones de al menos 54 niñas entre los años 2003 y 2007, según quedó documentado en un informe elaborado en 2015 por una comisión conjunta del gobierno de Juan Manuel Santos y representantes de la guerrilla Farc. Ninguno de los militares pudo ser enjuiciado.