Detrás de la red: Millonarios que definen la nueva normalidad

Mientras el mundo está sumergido en el conteo diario de casos por COVID-19 y a la espera de una vacuna, las empresas de telecomunicaciones incrementan exponencialmente su capital y sus dueños se ubican entre los primeros millonarios del mundo. La información que manejan y su poder de penetración los coloca en un lugar privilegiado en el tablero geopolítico y en el proceso electoral estadounidense. En medio de la pandemia, incrementan una Big Data que demostrará su peso en la vida económica y política de  la «nueva normalidad». 

Detrás de la Red

Las medidas de distanciamiento social mantienen a millones de personas en sus hogares teniendo como principal medio de comunicación, compra y venta de productos, trabajo y formación a distancia las redes sociales. Plataformas como Amazon, Zoom, Facebook, continúan incrementando sus ganancias, algunas en medio de críticas y demandas por falta de protección a sus trabajadores, temas de ciberseguridad y ser permisivas a la difusión de mensajes de odio.

Jeff Bezos, fundador y actual director ejecutivo de la empresa Amazon, está en la lista de los hombres más ricos de la historia moderna, con un capital hasta la fecha de US$189.300 millones.

Datos recientes señalan que las compras por internet tras el brote del coronavirus crecieron en un 90% respecto al año pasado en EE.UU. y Canadá y un 82% en Europa, principales mercados de Amazon. Para responder a la demanda, la empresa informo sobre la contratación en las últimas semanas de 175.000 nuevos empleados solo en Estados Unidos. Pero la bonanza económica no llega a sus trabajadores, quienes hicieron públicas sus denuncias  por la falta de seguridad y protección laboral ante el COVID-19.

Las empresas que más han incrementado sus ganancias en la pandemia

La primera semana de abril, un tribunal en Francia ordenó al gigante del comercio electrónico  que entregue solo alimentos y productos de higiene y médicos en el país, mientras se investigan las condiciones de trabajo. Otras quejas laborales  se ventilan en Italia y España.

La compañía también enfrenta demandas por utilizar la información de sus usuarios en beneficios de sus propias marcas y de abusos monopolísticos en el uso de los datos comerciales de quienes venden sus productos a través de la plataforma online.

En sus planes de expansión, Amazon denuncio este año a Donald Trump por incidir a favor de Microsoft en el concurso para otorgar un ‘megacontrato’ para los servicios en la nube del Pentágono, valorado en 10.000 millones de dólares. Según la nota de  Amazon Web Services «El presidente ha demostrado repetidamente su disposición a usar su posición como presidente y comandante en jefe para interferir con las funciones del gobierno, incluidas las adquisiciones federales, para avanzar en su agenda personal».

Entre las fortunas que crecieron en la pandemia se encuentra la de Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, hasta ahora la red social con más usuarios del mundo (unos 2.900 millones).  Sus finanzas se incrementaron en  US$30.100 dólares durante el 2020.

La compañía  se mantiene en el centro de fuertes críticas y un boicot publicitario por su complicidad con falsas informaciones y la propagación de mensajes de odio en su red.

El boicot contra mensajes racistas y violentos, con especial referencia a las exposiciones de Trump, ha ido ganando adeptos en los ocho millones de anunciantes de esta red social. Desde  pequeños negocios  hasta firmas como Microsoft, Starbucks o Coca-Cola retiraron sus publicidades, en una escalada que golpea el ingreso de  unos 70.000 millones de dólares anuales por este concepto.

Zuckerberg es también cuestionado por su permisividad con Donald Trump y la influencia de este en Facebook. Ante la amenaza de Trump de enviar militares a reprimir las protestas por el asesinato de George Floyd, Facebook permitió la circulación de mensajes presidenciales, que otras redes sociales como Twitter calificaron de incitación a la violencia.

La posición sobre el gobierno de Trump revela la poca objetividad de las redes sociales, que inundan de publicidad comercial y propagada política a millones de usuarios. A diferencia de Facebook, Twitter marcó varios mensajes de Trump y Reddit, otra importante  red social, prohibió el canal, el llamado The Donald, sosteniendo  que “Reddit es una comunidad para la comunidad y no para el ataque a personas”.

Otros proveedores de tecnología también han visto incrementar su capital de forma acelerada. La plataforma ZOOM pasó de 10 millones de usuarios en diciembre del 2019 a 300 millones a comienzos de abril de este año. Con nueve años en el mercado, su crecimiento durante la pandemia, duplicó el valor de sus acciones, por lo que actualmente está valorada en 30 mil millones de dólares.

Al frente de Zoom está Eric Yuan, quien entró este año a la lista de multimillonarios de Silicon Valley, con una fortuna personal de 7.800 millones de dólares. Zoom mantiene conexiones con China, donde trabaja un tercio de la planta de la empresa, a quienes llaman ‘zoomers’.

La empresa es objeto de una demanda por parte de la Fiscal General del estado de Nueva York, por piratear reuniones y de una investigación por parte del FBI por el uso de la plataforma para intercepción de llamadas. Las acusaciones por supuestas fallas de ciberseguridad aparecen en momentos en que la empresa compite con productos de gigantes de la tecnología digital como Microsoft (Skype y Teams), Facebook (WhatsApp y Facebook Messenger), Google (Hangouts) y Apple (FaceTime).

Desde el inicio de la cuarentena, el tráfico de datos se incrementó en un 40%, consecuencia del alto consumo de videoconferencias y llamadas desde WhatsApp, Skype u otras plataformas como Zoom.

Tik Tok en la mira

Pero el mundo de las plataformas tecnológicas esta transversalizado por un tablero geopolítico complejo, en el que las tensiones electorales en Estados Unidos y la política de Trump de convertir a China en el enemigo del sueño americano se hacen sentir.

A la guerra contra Huawei por la tecnología 5G, en la que Trump tiene como aliados a Reino Unido y Canadá, se suma hoy la confrontación contra la red social Tik Tok. Las ventajas de la Red 5G; mayor velocidad, mejor ancho de banda, baja latencia, más dispositivos conectados, creación exponencial de redes privadas, impulso de otras tecnologías y apertura de nuevos negocios, justifican una guerra voraz en un mundo en que la tecnología mueve la economía y la política.

Tik Tok tiene más de 800 millones de usuarios y se ha convertido en una de las principales redes de  entretenimiento para muchos adolescentes y un canal de marketing para importantes celebridades. Su capacidad de convocatoria se probó en el saboteo al acto electoral de Trump en Tulsa, donde miles de jóvenes organizaron la compra falsa de entradas, con lo que se generó la expectativa de un millón de participantes en un mitin en el que, según el Departamento de Bomberos de Tulsa, solo llegaron unas 6200 personas.

El actual ataque a Tik Tok es interpretado por algunos analistas como otra jugada de Trump para movilizar a su población electoral, a quien decepcionó con su oferta de empleo y mejores condiciones de vida bajo el slogan de «Haz a América Grande Otra Vez» contra un enemigo externo como China. La decisión gubernamental obliga a  ByteDance, empresa matriz de Tik Tok,  a vender su filial en Estados Unidos por «el riesgo a la privacidad de los datos de estadounidenses y la seguridad nacional ante la injerencia del gobierno chino».

Pero ByteDance tiene mucho más que solo suscriptores y ser la app en convertirse en la startup más valiosa del mundo con USD 75.000 millones, la empresa es reconocida por sus algoritmos para entender qué le gusta a una persona y compartirle otras cosas que creen que le gustarían. Los algoritmos de aprendizaje automático se actualizan en función de lo que la máquina aprende sobre las preferencias de lectura de un usuario.

Al igual que otras redes sociales, Tik Tok es una importante fuente de información sobre gustos, creencias, necesidades y preferencias de  sus usuarios y usuarias para el creciente  mundo de la Big Data y la inteligencia artificial. Un complejo entramado de técnicas de reingeniería social a través de plataformas tecnológicas, que han demostrado su eficacia en la orientación del voto y el comportamiento de los consumidores.

El mundo alcanza casi las 20 millones de personas contagiadas con coronavirus y otras miles de millones se debaten entre la cuarentena o producir el sustento diario, en un cuadro de depresión económica y desempleo. En obligatorio confinamiento, el uso de  las plataformas tecnológicas crece y con ello el aporte  de datos para ingresar o hacer perfiles. La pandemia oculta la consolidación de una normalidad no tan nueva en que los ricos se hacen más ricos y quien tiene la información tiene el poder.

Anahí Arizmendi

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