La tarde del miércoles 18 de diciembre se hizo pública la noticia: la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense acordó que el actual presidente de ese país, Donald Trump, debe someterse a un impeachment.
Trump es el tercer Presidente en la historia de Estados Unidos en ser objeto de un juicio político. El primero fue Andrew Johnson en 1868, por vetar un instrumento legal aprobado por el Congreso, con el propósito de proteger los derechos de los liberados de la esclavitud. Entonces, Johnson fue acusado de racista por sus acciones. En 1998 Bill Clinton pasó por este procedimiento, por el escándalo sexual con la pasante de la Casa Blanca Mónica Lewinsky y por obstrucción de la justicia en las investigaciones respecto al caso.
Durante la sesión del Congreso norteamericano de este miércoles, cuya duración pasó de las diez horas, se expusieron los argumentos a favor y en contra del impeachment a Trump, a quien se señala por abuso de poder y obstrucción al Congreso, por su actuación al suspender una entrega de misiles antitanque por un valor de 391 millones de dólares a Ucrania, hasta que el gobierno de ese país abriera una investigación contra Hunter Biden, hijo de Joe Biden, su principal contendiente para las elecciones de 2020, por supuesta corrupción como miembro de una empresa de gas en el país europeo.
La votación resultó aprobada en favor del impeachment en sus dos artículos; por abuso de poder se contaron 230 votos a favor del juicio político y 197 en contra. En el caso de obstrucción al Congreso la iniciativa fue aprobada con 229 votos a favor y 198 en contra.
En los próximos días el senado norteamericano anunciará la fecha para la continuación del proceso, que se espera sea pautado para mediados de enero. Las expectativas de que Trump sea destituido son mínimas, sus copartidarios republicanos son mayoría y ya han fijado posición en torno al mandatario que además, en 2020 arreciará su campaña por la reelección.
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