El tema del acoso escolar en Venezuela ha sido tratado por las autoridades competentes de manera prioritaria en los últimos años con una forma de erradicar la violencia. La Magistrada del Tribunal Supremo de Justicia, Elsa Gómez, destacó este domingo que en la actualidad hay 1.090 privativas de libertad a nivel nacional por acoso escolar.
De ese total 1.014 son de sexo masculino, lo que representa el 93% de la cifra y 76 de sexo femenino para el 7% de las cifras, lo que hace referencia a que la mayoría de los delitos de este tipo se ejecutan por personas de sexo masculino.
Explicó que se ejecuta la privativa de libertad cuando son casos graves entre jóvenes de 14 a 18 años y van a centros especializados con instalaciones adecuadas, la finalidad es lograr llevar a los adolescentes a la reinserción de la sociedad.
«La condena máxima es hasta 10 años si el delito es muy grave, no solo es necesario sancionar también educar», dijo.
Así lo aseguró Gómez, este domingo, durante su participación en el programa Análisis Situacional que conduce el presidente de Hinterlaces, Oscar Schémel.
Afirmó que el acoso escolar se presenta cuando hay hostigamiento y maltrato de varios tipos entre los jóvenes, a través de la violencia física, verbal o psicológica. Además, es un hecho que no se presenta solo en los colegios, se puede presentar en los colegios, espacios físicos y las redes sociales.
«Hay que observar las alertas en los colegios por parte de las autoridades, también en casa, pero en los colegios es fundamental porque no están los padres. Una vez que se hace la denuncia las autoridades deben determinar si se interviene a través de otros organismos o se puede resolver en el colegio», dijo.
Destacó que se debe hablar con el afectado y comunicarse para saber cómo se sienten y qué le sucede, «de ahí acudir a los consejos de protección, esa es la primera instancia porque son los organismos encargados de protegerlos. El Consejo de protección notificará al fiscal del ministerio público y pondrá a este niño, niña y adolescente ante el poder judicial».
Afirmó que en el caso de las agresiones en los centros educativos es necesario determinar la responsabilidad el maestro y director del colegio y dependiendo de la circunstancia se puede determinar una pena para estos ya que hay un protocolo establecido para estos casos en los colegios.
«El consejo de protección, la familia y las autoridades del colegio son vital para atender estos casos porque hay diferencia entre el sistema penal ordinario y el que se aplica a los niños».
Especificó que las primeras sanciones se enfocan en la orientación educativa, que son sanciones no privativas de libertad y contemplan imposición de reglas de comportamiento y trabajo voluntario, ya que hay que agotar los recursos para lograr la insertarlos a la sociedad.
Gómez explicó que recientemente se realizó el primer Congreso nacional de la coordinación de responsabilidad penal de las y los adolescentes, a fin de preparar a los funcionarios públicos ante la presencia de estos casos.
Explicó que a través de la Asamblea Nacional se está legislando al respecto con participación de la ciudadanía, desde el Tribunal Supremo de Justicia se están realizando encuentros en instituciones escolares, al igual que el programa el TSJ va a la escuela, que está desplegado en todo el país.
Causas y consecuencias del acoso escolar
Detalló que entre las consecuencias está el desapego al colegio, depresiones, baja autoestima, intentos de suicidio, «es necesario que eso se ataque a tiempo y de denuncie porque eso puede llevar a situaciones más graves como la acción de rebote de la víctima. No solo debe ser penado el niño que aplica el acoso escolar, también su entorno, padres y docentes por omisión», aclaró.
Sobre las causas detalló que se debe trabajar desde el hogar, establecer límites, acciones que en la escuela fortalece, «por esto estamos haciendo foros en los colegios para educar a los padres», dijo.
Asimismo, dijo que se habilitó desde el Tribunal Supremo de Justicia una sala telemática en el Palacio de Justicia para atender los casos en los sitios más recónditos y acercarse a las comunidades a través de la tecnología.
Finalmente expresó que los hay que estar alerta ante las señales de acoso escolar, fomentar le autoestima, informar al centro educativo sobre los hechos, poner en palabras las emociones de los afectados, enseñar que existen límites, corregir al niño con actitud violenta y acudir ante la escuela, el Consejo de Protección y el Ministerio Público ante cualquier caso.