En medio de la situación mundial que se vive por el conflicto entre Rusia y Ucrania, las sanciones económicas juegan un papel fundamental. El politólogo William Serafino, asegura que las sanciones que actualmente EEUU aplica a Rusia, también buscan golpear a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Durante su participación en el programa Análisis Situacional que conduce el presidente de Hinterlaces, Oscar Schémel, explicó que la intensión es golpear la integración comercial que se ha venido dando con Rusia.
Es decir, esa integración comercial que se ha venido dando a través de las transacciones financieras con los rusos, es también un objetivo de la guerra económica que ha lanzado EEUU, dice el especialista. Sin embargo, considera que Venezuela es uno de los pocos países que está interpretando bien lo que está ocurriendo ya que el presidente, Nicolás Maduro, ha tenido una lectura correcta de la situación.
«Las sanciones no solo buscan socavar la economía rusa y afectar su endeudamiento externo, hay un intento también de realinear a los países occidentales en función de esta lógica sancionatoria, lo que dice Estados Unidos es estás conmigo o estas en contra».
Serafino explica que hay un nuevo orden mundial de características multipolares, «la unipolaridad a la que estábamos acostumbrados de la OTAN y Estados Unidos ha desaparecido al ver que por medios militares no se puede forzar una situación diferente. Estamos en el nacimiento de un orden donde hay una democratización de los bloques de poder», dice, a la vez que refiere que Estados Unidos se siente amenazado porque está perdiendo la hegemonía y siente que tiene que compartir la geopolítica con otros bloques.
EEUU contra Rusia
Andrés Pierantoni, experto en geopolítica, asegura que hay razones comerciales para considerar a Rusia una amenaza por parte de EEUU y Europa.
«Empujaron a Rusia a ser el enemigo cuando no lo era, la OTAN genera situaciones de conflicto porque la principal amenaza de la democracia americana está adentro de Estados Unidos y se llama el complejo militar industrial. Hay razones comerciales para considerar a Rusia una amenaza, pero siempre encapsulada en una lógica de geopolítica estratégica», explica.
Asegura que la situación va a tener un impacto negativo en la población norteamericana que además se alarga con la situación postcovid. «Esto va a traer un costo político y si no se consiguen los objetivos van ser pésimos en 2024».
Recuerda que casi toda Europa depende Rusia en muchos aspectos, de manera que habrá un rechazo emergente en los próximos años. «Vamos a presenciar una gran turbulencia social y política», explica.
Narkys Blanco