Aunque la normativa electoral alienta la participación política las elecciones legislativas deberán sortear las presiones internacionales y la pandemia
Venezuela ya tiene fecha para el próximo evento electoral. Según el cronograma del CNE este 6 de Diciembre se realizarán las elecciones para la Asamblea Nacional. A pesar de la presión internacional auspiciada por el gobierno norteamericano, las mesas de dialogo con sectores de la oposición avanzaron en la selección de un nuevo Consejo Nacional Electoral, una normativa especial y un cronograma ya en desarrollo. Las nuevas elecciones cuentan con la fortaleza del consenso de amplio sectores políticos, pero tendrán como desafío, garantizar una alta participación electoral en el marco de las presiones internacionales y la pandemia.
En ese contexto las Normas Especiales para las Elecciones Parlamentarias Período 2021-2026 apuntan a motivar el voto y la movilización ciudadana, ampliando la participación de los partidos políticos, hasta la fecha 28 organizaciones nacionales, 06 organizaciones de pueblos y comunidades indígenas, y 52 partidos regionales, para un total de 87 organizaciones con fines políticos activadas legalmente. Así también el Consejo Nacional Electoral se encuentra en revisión de la situación administrativa y judicial de las organizaciones políticas, con el fin de incentivar su participación en la contienda electoral.
Las normas propician escenarios ante la realidad política venezolana, que continúa consolidando sobre todo en el ámbito de la oposición la tendencia al multipartidismo polarizado, que se iniciara en 1993 con Rafael Caldera. Las divisiones internas se ratifican en el incremento sostenido de partidos regionales y postulaciones por iniciativa propia, la mayoría escisiones de los primeros partidos regionales : Primero Justicia en el estado Miranda, Un Nuevo Tiempo en el estado Zulia y Alianza un Bravo Pueblo en el Distrito Capital.
En el documento se establece el incremento en 66%, del número de cargos a elegir, pasando de 167 diputados y diputadas a 277, y se conservan las ochenta y siete (87) circunscripciones electorales que fueron aplicadas en el proceso electoral de las pasadas elecciones para la Asamblea Nacional en el 2015. Igualmente retoma el método proporcional, para los cargos de la lista de cada entidad federal y la Lista de Adjudicación Nacional postulada por las organizaciones con fines políticos nacionales y grupos de electores nacionales.
El sistema electoral de representación proporcional consiste en la asignación del número de escaños de un cuerpo legislativo o parlamento, de acuerdo con el porcentaje de votos que reciben los partidos o grupos políticos que participen en el proceso electoral. El sistema se adoptó por primera vez en la Constitución de 1947 y se mantuvo hasta el 2009. En los años ochenta y noventa, diversas organizaciones sociales realizaron campañas cuestionando la naturaleza democrática del sistema de representación proporcional, alegando que las y los electores debían elegir a sus candidatos por nombre y apellido y no con los jefes partidistas, lo que garantizaría mayor transparencia y compromiso. Propuestas que fueron consideradas incluso por la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE) en 1985.
Al ampliar la participación política y el número de escaños, las normas no solo se ajustan al incremento de la población electoral, sino que también contribuyen a incentivar la participación electoral de liderazgos regionales, sobre todos de aquellos sectores de oposición que se oponen a la abstención y que aspiran consolidar los espacios conquistados en las elecciones de gobernadores.
El chavismo por su parte, pondrá a prueba nuevamente su maquinaria electoral unificada, desde que en el 2007 decidiera la conformación de una fuerza partidista unida como el PSUV y posteriormente en el 2011 la suma de las fuerzas revolucionarias en el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar.
Pero el mayor desafío para este nuevo proceso electoral para la representación del Poder Legislativo más antiguo de América Latina, definido como Congreso de Venezuela en 1811, es sin duda la pandemia. En su artículo 11.Medidas contra la Pandemia Covid-19, la normativa establece, «El Poder Electoral, por órgano del Consejo Nacional Electoral, dictará todas las medidas extraordinarias necesarias para prevenir el contagio de la enfermedad, y a tal efecto podrá dictar la normativa apropiada para ajustar la adopción de los actos electorales a las formas más cónsonas para combatir la pandemia y, de tal modo, asegurar la realización de las fases del proceso electoral bajo condiciones óptimas de protección y seguridad sanitaria».
Se estima que cerca de treinta y cuatro elecciones han sido postergadas, de las cuales dieciocho no han definido una nueva fecha para su celebración. Destacan en la región el plebiscito chileno, las elecciones en Bolivia y las elecciones locales de México.
Otros países como Corea del Sur y Rusia llevaron adelantes sus procesos electorales. En el primero las legislativas en Abril y los rusos participaron en el Referéndum nacional por enmiendas constitucionales en Julio. Ambos con elevados niveles de participación: Corea 66% y Rusia 65%.
En el caso de Corea del Sur, se promovió la votación anticipada a través del correo. Esta modalidad registró una participación del 26.7%, con aproximadamente 12 millones de votantes. Para el día de las elecciones se protegieron el interior de las casillas con termómetros, gel desinfectante y se exigió el uso de mascarillas.
Rusia también aplicó la modalidad del voto anticipado y durante siete días los electores pudieron ejercer su derecho al voto en los colegios electorales y desde sus hogares. En la capital y otras ciudades la votación fue electrónica. En ambos casos las campañas políticas se concentraron en redes sociales y aplicaciones telefónicas.
Antes de las elecciones venezolanas estarían por definirse las presidenciales en Estados Unidos. Foco de la pandemia en el continente no son pocas las voces que abogan por una aplazamiento del proceso. De hecho las primarias han sido retrasadas o interrumpidas a lo largo de estos meses y alternativas como el voto por correo están en debate.
Desde 1845 la ley define las presidenciales de Estados Unidos para el martes siguiente al primer lunes de noviembre cada cuatro años: es decir, el 3 de noviembre de 2020. La posibilidad de un consenso legislativo entre demócratas y republicanos para una modificación legislativa es casi nula, por lo que ambas fuerzas se mantienen en campaña. No obstante los gobiernos estatales cuentan con poderes de emergencia que les permiten reducir los lugares de votación ante el riesgo de contagios.
Las y los venezolanos acudiremos a una nueva contienda electoral, la primera en el marco de una pandemia mundial, más no la única en el contexto del bloqueo y las medidas contra el país, y el desconocimiento del proceso por parte de un sector de la oposición alineado con las posiciones de Washington. El de diciembre será un nuevo proceso en el que el sistema electoral deberá probar su robustez y capacidad de respuesta ante los nuevos tiempos y la ciudadanía su compromiso con el voto como instrumento para la paz.
Anahí Arismendi